Existe un movimiento en internet. Uno importante. Uno que va a revolucionar la forma en que nos relacionamos con los demás, especialmente en el bello arte del insulto gestual. Se trata de volver al antiguo gesto de hacer el «corte de mangas». Dejemos de lado ese dedo corazón levantado, ¿tan vagos somos que no podemos alzar los dos brazos diciendo: eh, aquí están mis antebrazos y son todo tuyos?
Flickr de Stéphane Giner.