Dentro de unas horas cojo el tren hacia Granada para estar allí casi una semanita con mi medio kiwi. Esta vez nos hemos propuesto ir a la Alhambra, a ver si es tan impreionante como la pintan.

Jugar, cuando éramos pequeños, jugaba todo el mundo. Pero si además de jugar, eras buen jugador y estabas en equipos de fútbol, balonmano o volleyball por ejemplo podías aspirar a trofeos. El placer que se sentía cuando te daban una copita (aunque nunca te la quedabas tú, eso sólo era el club o el capitán a lo sumo) no era comparable a nada. Yo recibí algunas medallas que esas sí te las quedas y era el niño más feliz del mundo.
Incluso aunque en la medalla pusiera «Medalla a la deportividad» tú te veías como los jugadores de la tele cuando recibían las medallas de oro y para ti esa medalla dorada era como una de oro.
¡Dios, dios, dios! ¡Extra, extra!
¡Michael C. Hall o lo que es lo mismo el actor principal de la mejor serie del mundo actual viene mañana día 23 de Febrero al Hormiguero!
No soy gay ni nada, pero este actor, esta serie… ¡es la leche!